Creatividad e innovación, el recurso esencial
Creatividad, El recurso esencial
La creatividad como recurso es vital no solamente a la hora de generar un nuevo emprendimiento, sino además durante su desarrollo y devenir.
La ventaja competitiva que tiene un emprendimiento creativo no consiste solamente en tener un producto o servicio nuevo, rediseñado, sino que la flexibilidad creativa durante el desarrollo y la operación concreta, nos permitirá ir “más allá de la competencia” generando valor y disminuyendo costos.
La creatividad como un tipo particular de pensamiento que aquí trataremos no está necesariamente asociada a eventos artísticos, ni de moda o de diseño exclusivamente. Es un tipo de creatividad cotidiana enfocada a asuntos muy concretos.
¿Cómo puede un enfoque creativo bajar costos? La respuesta es simple: Siempre existe un modo más sencillo de hacer algo. El pensador tradicionalmente lógico, basa su re-ingeniería en la “supresión” de procesos redundantes o innecesarios, lo que en sí está bien.
Pero un enfoque creativo es mucho más que eso. Tomaré como ejemplo el caso de un constructor de casas prefabricadas. El citado empresario había conseguido realizar casa prefabricadas en Inglaterra, de fácil emplazamiento, pero con detalles de terminación de excelencia. El problema era mostrarlas y venderlas.
El emplazamiento de muchas casas en diferentes lugares era de un costo sumamente elevado tanto en su traslado como en la cantidad de vendedores necesarios repartidos por todo el país.
Curiosamente, el emprendedor, utilizando una técnica llamada “inversión” Dijo “que los clientes vengan a la casa” y lo cambió por la provocación “Que la casa vaya a los clientes”. Bueno, resulta que esta idea le recordó que casi todas las ciudades importantes están a la vera del Támesis. Construyó una “Balsa de exhibición” e hizo navegar un solo prototipo de ciudad en ciudad.
El ejemplo ilustra muy bien el uso del pensamiento creativo en el sentido amplio que aquí le damos.
En un curso de Pensamiento Lateral que di en una multinacional farmacéutica, se presentaba el problema de empleados muy calificados, pero cuya capacidad de respuesta “era más lenta que los tiempos que corren”. Esta supuesta desventaja, se convirtió en una oportunidad, desplazando a dichos empleados a Provincias de la Argentina, donde una persona “acelerada” de nuestra ciudad, no cae bien entre la lentitud de quienes respetan el horario de siesta a rajatabla.
¿Se puede aprender y desarrollar la creatividad?
La respuesta es sí. El Dr. Edward de Bono ha desarrollado un modelo de cómo funciona nuestra mente que le permitió diseñar herramientas y métodos para generar creatividad en forma voluntaria. El llamó a este tipo de pensamiento “Pensamiento Lateral” y su aplicación altamente probada en situaciones diversas, con públicos muy diferentes, nos permiten afirmar que es el mejor enfoque que conocemos, tanto como para trabajarlo grupalmente como para el desarrollo individual.
En el futuro nos referiremos a la creatividad como Pensamiento Lateral, ya que nos permitirá tratarla no como un mito, sino como un tipo de “inteligencia” tan pasible de ser enseñada como el pensamiento lógico.
Una de las características fundamentales del Pensamiento Lateral es que no es secuencial, se mueve de a “saltos”, combinando información que poseemos de un modo único.
Por supuesto, el desarrollo de esta habilidad requiere de nosotros una revisión muy clara de los supuestos que tenemos sobre la creatividad en sí y sobre el pensamiento en general.
En realidad no existe algo más práctico que pensar.
La ventaja competitiva que tiene un emprendimiento creativo no consiste solamente en tener un producto o servicio nuevo, rediseñado, sino que la flexibilidad creativa durante el desarrollo y la operación concreta, nos permitirá ir “más allá de la competencia” generando valor y disminuyendo costos.
La creatividad como un tipo particular de pensamiento que aquí trataremos no está necesariamente asociada a eventos artísticos, ni de moda o de diseño exclusivamente. Es un tipo de creatividad cotidiana enfocada a asuntos muy concretos.
¿Cómo puede un enfoque creativo bajar costos? La respuesta es simple: Siempre existe un modo más sencillo de hacer algo. El pensador tradicionalmente lógico, basa su re-ingeniería en la “supresión” de procesos redundantes o innecesarios, lo que en sí está bien.
Pero un enfoque creativo es mucho más que eso. Tomaré como ejemplo el caso de un constructor de casas prefabricadas. El citado empresario había conseguido realizar casa prefabricadas en Inglaterra, de fácil emplazamiento, pero con detalles de terminación de excelencia. El problema era mostrarlas y venderlas.
El emplazamiento de muchas casas en diferentes lugares era de un costo sumamente elevado tanto en su traslado como en la cantidad de vendedores necesarios repartidos por todo el país.
Curiosamente, el emprendedor, utilizando una técnica llamada “inversión” Dijo “que los clientes vengan a la casa” y lo cambió por la provocación “Que la casa vaya a los clientes”. Bueno, resulta que esta idea le recordó que casi todas las ciudades importantes están a la vera del Támesis. Construyó una “Balsa de exhibición” e hizo navegar un solo prototipo de ciudad en ciudad.
El ejemplo ilustra muy bien el uso del pensamiento creativo en el sentido amplio que aquí le damos.
En un curso de Pensamiento Lateral que di en una multinacional farmacéutica, se presentaba el problema de empleados muy calificados, pero cuya capacidad de respuesta “era más lenta que los tiempos que corren”. Esta supuesta desventaja, se convirtió en una oportunidad, desplazando a dichos empleados a Provincias de la Argentina, donde una persona “acelerada” de nuestra ciudad, no cae bien entre la lentitud de quienes respetan el horario de siesta a rajatabla.
¿Se puede aprender y desarrollar la creatividad?
La respuesta es sí. El Dr. Edward de Bono ha desarrollado un modelo de cómo funciona nuestra mente que le permitió diseñar herramientas y métodos para generar creatividad en forma voluntaria. El llamó a este tipo de pensamiento “Pensamiento Lateral” y su aplicación altamente probada en situaciones diversas, con públicos muy diferentes, nos permiten afirmar que es el mejor enfoque que conocemos, tanto como para trabajarlo grupalmente como para el desarrollo individual.
En el futuro nos referiremos a la creatividad como Pensamiento Lateral, ya que nos permitirá tratarla no como un mito, sino como un tipo de “inteligencia” tan pasible de ser enseñada como el pensamiento lógico.
Una de las características fundamentales del Pensamiento Lateral es que no es secuencial, se mueve de a “saltos”, combinando información que poseemos de un modo único.
Por supuesto, el desarrollo de esta habilidad requiere de nosotros una revisión muy clara de los supuestos que tenemos sobre la creatividad en sí y sobre el pensamiento en general.
En realidad no existe algo más práctico que pensar.
No mates una idea, encuéntrale un hogar
Así como debemos ser creativos en cada instancia de nuestro emprendimiento, es cierto que éste debe ser viable (pasible de ser realizado con los recursos existentes) y sustentable (los estudios de mercado preliminares, así como el análisis de los clientes y de la competencia. Los cálculos de inversión-retorno)
¿Existen malas ideas? La respuesta más acertada es que no. El problema principal es unir esa idea con el mundo del consumo real. Con esto queremos animar a todos los futuros emprendedores a que estudien minuciosamente disciplinas como el Marketing y que no exista improvisación o descuido de un estudio realmente serio que toda idea debe tener para considerarla viable.
Muchas ideas que a simple vista pueden parecen una mala opción, son una buena opción en otras “condiciones”. Así como cada planta necesita de un tipo especial de tierra, humedad, sol y riego para florecer, una idea debe insertarse en el “nicho de mercado” adecuado.
En las reuniones de Encuentro de emprendedores, daremos muchos ejemplos de casos concretos y enseñaremos las herramientas fundamentales para que nuestros emprendimientos formen parte de aquellos que están en la lista de los exitosos y perdurables.
El trabajo invertido en la preparación profesional de un emprendimiento, nos dará sus frutos positivos.
Existen muchos errores que los emprendedores cometemos. El “riego cero” simplemente no existe. Pero si nos formamos en función de lograr un buen “cajón de herramientas”, minimizaremos los factores de riesgo y maximizaremos las oportunidades.
¿Existen malas ideas? La respuesta más acertada es que no. El problema principal es unir esa idea con el mundo del consumo real. Con esto queremos animar a todos los futuros emprendedores a que estudien minuciosamente disciplinas como el Marketing y que no exista improvisación o descuido de un estudio realmente serio que toda idea debe tener para considerarla viable.
Muchas ideas que a simple vista pueden parecen una mala opción, son una buena opción en otras “condiciones”. Así como cada planta necesita de un tipo especial de tierra, humedad, sol y riego para florecer, una idea debe insertarse en el “nicho de mercado” adecuado.
En las reuniones de Encuentro de emprendedores, daremos muchos ejemplos de casos concretos y enseñaremos las herramientas fundamentales para que nuestros emprendimientos formen parte de aquellos que están en la lista de los exitosos y perdurables.
El trabajo invertido en la preparación profesional de un emprendimiento, nos dará sus frutos positivos.
Existen muchos errores que los emprendedores cometemos. El “riego cero” simplemente no existe. Pero si nos formamos en función de lograr un buen “cajón de herramientas”, minimizaremos los factores de riesgo y maximizaremos las oportunidades.